La cuestión de los costes y la evolución del mercado del automóvil

Lars Thomsen, futurólogo y fundador del grupo de reflexión «future matters», así como miembro del consejo de administración de Juice Technology AG, nos ofrece un panorama generalizado acerca de los desarrollos actuales del mercado de la movilidad eléctrica. Su conclusión: la movilidad eléctrica seguirá ganando terreno, incluso en la aparente situación de inestabilidad en la que se encuentra el mercado actualmente.

La momentánea inestabilidad del mercado del automóvil, especialmente en Europa, se debe a alteraciones en el mercado, consecuencia de eventos como la COVID-19, las dificultades en la cadena de suministro, los aumentos en el precio de la electricidad, los temores inflacionistas y recesionistas, las dificultades de abastecimiento y las condiciones marco cambiantes necesarias para poder recibir subvenciones estatales. No obstante, el descenso de la demanda en la primera parte del año, particularmente en el segmento de los vehículos eléctricos de batería, fue pasajero y no es inusual que ocurra cuando hay cambios en el sistema de subvenciones.

El coste total de propiedad es la clave

La creencia generalizada que afirma que los vehículos eléctricos son más caros que los modelos de combustión es falsa. La variante eléctrica casi siempre presenta un mejor rendimiento que la variante de combustión, incluso cuando la electricidad presenta precios altos y, el combustible, bajos. Para resolver la cuestión de qué modelo de vehículo resulta más económico, resulta decisivo tener en cuenta los costes totales de la vida útil al completo, y no solo el precio de adquisición.

El coste total de propiedad (Total Cost of Ownership, TCO) es una cifra que indica los costes totales reales de un vehículo teniendo en cuenta, junto con el precio de adquisición y los costes operativos, la amortización, los costes fijos (como la aseguradora y el impuesto de circulación) y los costes de mantenimiento. Según la asociación ADAC, los vehículos eléctricos de batería (BEV) presentan más ventajas en la mayoría de clases de vehículos que los de combustión. En términos de costes, los BEV de los segmentos A y B todavía no son capaces de competir con los vehículos tradicionales. No obstante, si pensamos en el valor de reventa a futuro y en la oferta en estos segmentos de automóviles, que no deja de crecer y presentar precios cada vez más competitivos, parece que la balanza también se inclina en su favor.

El segmento de vehículos de lujo, el más protagonista hasta ahora

Hasta ahora, los fabricantes de automóviles establecidos han concentrado sus esfuerzos principalmente en los segmentos de vehículos SUV, muy demandados, y de lujo, pues son los que más rentabilidad ofrecen y cuyos clientes son menos sensibles al precio. El foco de atención del sector del accionamiento eléctrico estuvo puesto desde el principio en el segmento de vehículos de lujo, puesto que, en esencia, las nuevas tecnologías son más competitivas en este sentido. Ahora bien: el encarecimiento de la electricidad, los combustibles y los componentes eléctricos ha reducido el margen de beneficio; además, la escasez de chips ha obligado a los actores a virar hacia la fabricación de productos más rentables.

Precisamente, los vehículos de los segmentos A y B son la puerta de entrada a la movilidad para la mayor parte de la población y resultan interesantes independientemente de su tipo de accionamiento. Si observamos el desarrollo del mercado clásico, actualmente vivimos una transición entre las fases de introducción y crecimiento. El público objetivo se va ampliando y la demanda de vehículos centrados en la funcionalidad aumenta.

China como beneficiario y propulsor del desarrollo de los mercados globales

El mercado europeo y sus fabricantes van a la zaga en cuanto a la oferta de BEV asequibles pertenecientes a los segmentos B y D. Esto favorece la entrada a este mercado de una gran variedad de fabricantes de vehículos eléctricos procedentes de China y otros estados asiáticos. En especial, en el segmento de mercado de vehículos de hasta 30 000 euros para familias y personas que deben desplazarse al trabajo, los nuevos modelos chinos ofrecen productos para los que, hasta ahora, apenas existían alternativas por parte de los fabricantes establecidos.

Es a partir del segmento D donde los vehículos eléctricos presentan ventajas muy claras en el precio con respecto a los vehículos de combustión, incluso si el precio de la gasolina cayese por debajo del 1,50 €/L. Aquí podemos observar el punto de inflexión en el que los vehículos eléctricos comienzan a ser más económicos que los vehículos de combustión en términos del coste total de propiedad, incluso en los segmentos B y D.

Hasta 2030, la práctica totalidad del mercado de vehículos nuevos estará basado en la electricidad. La entrada de China en el mercado europeo, en especial, impulsará el porcentaje de vehículos completamente eléctricos en estos mercados hasta superar el 45 % de las nuevas matriculaciones en 2025. Este hecho aumentará la presión en el seno de los fabricantes establecidos por desarrollar y ofrecer modelos capaces de competir con los anteriores en los segmentos de vehículos pequeños y medianos.

La tendencia hacia la movilidad eléctrica permanece constante

Así, en los próximos años veremos cómo cada vez aparecen en el mercado más modelos asequibles para las grandes masas, lo que propiciará que la movilidad eléctrica se torne más competitiva con respecto a los vehículos de accionamiento tradicional no solo en relación con los costes totales, sino también con el precio de adquisición. La tendencia, además, se sigue manteniendo en positivo y el siguiente punto crítico, que marcará la presencia de la conducción libre de emisiones en todos los segmentos, está próximo en el tiempo.